La biotecnología en el sector de la alimentación sigue abriéndose camino hasta convertirse en la solución a las principales necesidades alimentarias de la sociedad del futuro. En este sentido, la biotecnología está siendo fundamental en desarrollos que mejoran la productividad agrícola, la adaptación de los cultivos a condiciones climáticas extremas y la obtención de nuevas fuentes de alimentación sostenible, como la carne cultivada.
Gracias a la tecnología, el sector de la alimentación está utilizando técnicas punteras que producen alimentos con el mismo sabor, textura y valor nutricional pero menos impacto ambiental que los tradicionales. Se trata de innovaciones como la fermentación de precisión, las proteínas recombinantes o el cultivo celular.
Lejos de ser experimentos aislados, estas técnicas están dando lugar a alimentos que ya están presentes en la dieta consumidores de todo el mundo. La ciencia, poco a poco, se está colando en nuestros platos, aunque no siempre seamos conscientes de ello.
Carne cultivada en tu mesa
Uno de los desarrollos más exitosos en el campo de la biotecnología es el cultivo celular. Este consiste en tomar células animales y cultivarlas en biorreactores, donde reciben los nutrientes necesarios para crecer y convertirse en tejido comestible. El resultado es carne real, con el mismo valor nutricional y propiedades sensoriales que la convencional, pero sin necesidad de criar ni sacrificar animales.
Entre los logros del cultivo celular está la maduración de productos como las hamburguesas y albóndigas de carne cultivada de vacuno, pollo o salmón cultivado.
Queso sin vacas, huevos sin gallinas…
Dejando a un lado la carne cultivada, hoy en día contamos con otras innovaciones comestible que simulan alimentos convencionales, pero parte de procesos de elaboración muy distintos. Por ejemplo, existen empresas que son capaces de producir queso sin necesidad de sacrificar animales, elaborado a partir de proteínas lácteas creadas mediante fermentación de precisión.
De la misma manera, se producen también claras de huevo sin gallinas gracias a microorganismos capaces de sintetizar sus proteínas. Estas ya se usan en la industria de la repostería y evitan los riesgos y costes de la cría intensiva de aves. También hay proyectos que ofrecen café sin planta, para el que a partir de compuestos vegetales se consigue un sabor y aroma idénticos al café convencional.
Igual de innovadora es la miel sin abejas, fabricada en laboratorio a partir de azúcares y enzimas con la misma composición química que la natural, lo que reduce la presión sobre las poblaciones de abejas, esenciales para la biodiversidad.
Más allá de la innovación: beneficios globales
El potencial de la biotecnología en la alimentación va más allá de sorprender a los consumidores con productos novedosos. Sus beneficios abarcan tres dimensiones principales: el medioambiente, el bienestar animal y la seguridad alimentaria. En el plano ambiental, estudios destacan que transformar la manera en que producimos proteínas será esencial para reducir emisiones, consumo de agua y uso de tierra en las próximas.
En cuanto al bienestar animal, estas tecnologías eliminan la necesidad de explotar animales para producir leche, huevos o carne, respondiendo a una demanda ética creciente. Y en lo relativo a la seguridad alimentaria, son proteínas que se producen en entornos controlados y estériles, sin riesgo de patógenos zoonóticos, sin antibióticos ni hormonas, en procesos altamente trazables.
Un futuro alimentario más sostenible
Lo que hoy parece una curiosidad científica pronto será parte habitual en nuestra dieta. Queso sin vaca, café sin planta, miel sin abejas o carne cultivada son solo la punta del iceberg de una transformación que ya está en marcha.
En BioTech Foods creemos que la alimentación del futuro debe unir tradición e innovación. Nuestro compromiso es contribuir a un sistema alimentario que conserve el sabor y el valor nutricional de siempre, pero con menos impacto en el planeta y más respeto por la vida. La biotecnología, aplicada con rigor y responsabilidad, es la herramienta para lograrlo.